martes, 21 de agosto de 2012

Televisión: la caja mágica de México.


ZONA AIROSA

Televisión: la caja mágica de México.

La televisión se ha vuelto un poder fáctico que puede generar, transmitir, incluso impulsar acciones sociales, religiosas, políticas y éticas. Lo que pasa día con día en cuanto al contenido de la televisión de nuestro país y de su clara influencia en la formación y percepción de la infancia y adolescencia, es un problema que nos debiera preocupar a todos los mexicanos.

Pienso firmemente que el contenido televisivo del duopolio de televisoras en México; televisa y tv azteca, carece de calidad,  tal parece que no considera la información como un bien público, sino en una mercancía para vender, le gusta vender dramas, novelas, reality shows en lugar de programas de debate, reflexión, cultura o investigación, tristemente las televisoras se justifican en el rating que tienen dichos programas, es por ello que la televisión en lugar de avanzar retrocede constantemente en su calidad de programación y contenido.

Nos encontramos en un país de pocos lectores, y de medios periodísticos subordinados al poder político en donde la televisión se dedica a transmitir una cultura tradicionalista y conservadora y sobre todo que apela a una sumisión política y mercantil, lamentablemente existe una gran censura política y social por parte de la televisión lo cual impide el desarrollo de una libre competencia y de la libertad de expresión, o de simplemente transmitir una visión plural y crítica.
La televisión ha quedado en un rezago en cuanto a la apertura a la crítica, si la consideramos con otros medios como la radio, la prensa escrita, y sobre todo el internet que actualmente es el único medio libre de censura y de opresión.

Sin mejorar la calidad de contenido, la televisión ha implementado en los últimos años una postura sensacionalista que ciertamente rompió muchos esquemas pero lejos de informar mejor, los chismes predominaron. Nos han impuesto el modelo de la cultura flash, de contenido fugaz y desechable, claro ejemplo son las telenovelas, los programas cómicos e infantiles, concursos, espectáculos, reality shows, programas deportivos, noticieros, etc. Información efímera para los televidentes, que va y viene sin ton ni son. No existe un contenido sustancial que verdaderamente nos nutra con información de calidad.

Lo que es un hecho y en mi opinión es muy grave y preocupante es primeramente la concentración e impunidad ante la ley del poder fáctico del duopolio de televisión y segundo que ninguna de las televisoras ha hecho un esfuerzo ni se ha comprometido por mejorar sustancialmente la calidad y contenido de la televisión, lo importante sigue siendo ante todo el rating y la venta que genere este, sin valorar la calidad y conocimiento que pueda dejar en los televidentes.
Alejandro Flores
@alejandrobray

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