¿Por qué no decirlo?
Bendita Burocracia
Es
bien sabido que en todas las organizaciones tiene que haber sistemas y
estructuras comunicativas que permitan la optimización del tiempo y recursos
para conseguir una meta o fin determinado.
Nuestra
querida Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (sin tono irónico), funciona
de dicha manera: a través de jerarquías y sistemas burocráticos. Estos métodos
nos sirven para realizar cualquier tipo de trámite por muy simple que esté sea,
ya sea escolar o administrativo: inscripciones, solicitudes de fichas de
admisión, titulaciones, cambios de turno, intercambios académicos, etc. Sabemos
que hay trámites que llevan por naturaleza un proceso riguroso, como las
titulaciones. Sin embrago, existen otros, los cuales a pesar de ser demasiado
simples requieren de miles de requisitos para ser realizados, agregando que
necesitas acudir a más de tres instancias, que quedan a miles de kilómetros una
de la otra, para la entrega de documentos. El cambio de turno o las prácticas
profesionales son un claro ejemplo de ello. Y es precisamente aquí cuando yo me
detengo y pregunto, ¿Es en verdad eficiente el sistema burocrático que utiliza
la UAEH para la realización de trámites escolares? Mi respuesta es no, y aunque
algunos podrán decirme que el problema radica en una falta de personal o en una
falta de recursos económicos para la contratación de los mismos, creo que el
problema va más allá de eso, y que hay más de una razón por la cual la bendita
burocracia administrativa universitaria resulta una pesadilla (peor que la
tesis) para nosotros los alumnos. Primeramente, como yo, muchos universitarios
nos hemos dado cuenta que existe una desinformación terrible en todas la áreas
administrativas de nuestra universidad. Cuando vas a realizar un trámite la
profesora Chana te manda con Juana, y Juanita con Mengana, y al final del día
te das cuenta que el trámite era a un lado de donde empezaste. Es como dicen en
mi pueblo: “Nos traen como calzón de prostituta, de arriba pa´ bajo” y muchas
veces porque ni ellos mismos (el personal administrativo) saben dónde se tiene
que acudir para la realización del trámite.
Otro
problema es la lejanía que existe entre todas las instancias administrativas
universitarias. Si bien tiene que ver con una cuestión de infraestructura, es una
desventaja enorme para todos los alumnos. Como estudiante de intercambio
académico, y con la necesidad de realizar prácticas profesionales, mi ruta
“casi” diaria por trámites y solicitudes ha sido
Tulipanes-Centro-CEVIDE-Centro-ICSHu-CEVIDE-Centro-Tulipanes (Sin exagerar). Y
es esta una de las muchas situaciones que vivimos los universitarios en todo el
semestre.
Tal
vez si se informara mejor al personal administrativo de nuestra universidad y
cada instituto tuviera la facultad de realizar trámites sin la dependencia,
muchas veces complicada e innecesaria, de otras instancias, cualquier tipo de
trámite dejaría de ser un tormento para los universitarios y con suerte
dejaríamos de jalarnos los cabellos y exclamar: “Bendita Burocracia
Universitaria”.
Francisco
Hernández Arteaga
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