martes, 14 de agosto de 2012

Bendita Burocracia


¿Por qué no decirlo?

Bendita Burocracia

Es bien sabido que en todas las organizaciones tiene que haber sistemas y estructuras comunicativas que permitan la optimización del tiempo y recursos para conseguir una meta o fin determinado.

Nuestra querida Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (sin tono irónico), funciona de dicha manera: a través de jerarquías y sistemas burocráticos. Estos métodos nos sirven para realizar cualquier tipo de trámite por muy simple que esté sea, ya sea escolar o administrativo: inscripciones, solicitudes de fichas de admisión, titulaciones, cambios de turno, intercambios académicos, etc. Sabemos que hay trámites que llevan por naturaleza un proceso riguroso, como las titulaciones. Sin embrago, existen otros, los cuales a pesar de ser demasiado simples requieren de miles de requisitos para ser realizados, agregando que necesitas acudir a más de tres instancias, que quedan a miles de kilómetros una de la otra, para la entrega de documentos. El cambio de turno o las prácticas profesionales son un claro ejemplo de ello. Y es precisamente aquí cuando yo me detengo y pregunto, ¿Es en verdad eficiente el sistema burocrático que utiliza la UAEH para la realización de trámites escolares? Mi respuesta es no, y aunque algunos podrán decirme que el problema radica en una falta de personal o en una falta de recursos económicos para la contratación de los mismos, creo que el problema va más allá de eso, y que hay más de una razón por la cual la bendita burocracia administrativa universitaria resulta una pesadilla (peor que la tesis) para nosotros los alumnos. Primeramente, como yo, muchos universitarios nos hemos dado cuenta que existe una desinformación terrible en todas la áreas administrativas de nuestra universidad. Cuando vas a realizar un trámite la profesora Chana te manda con Juana, y Juanita con Mengana, y al final del día te das cuenta que el trámite era a un lado de donde empezaste. Es como dicen en mi pueblo: “Nos traen como calzón de prostituta, de arriba pa´ bajo” y muchas veces porque ni ellos mismos (el personal administrativo) saben dónde se tiene que acudir para la realización del trámite.

Otro problema es la lejanía que existe entre todas las instancias administrativas universitarias. Si bien tiene que ver con una cuestión de infraestructura, es una desventaja enorme para todos los alumnos. Como estudiante de intercambio académico, y con la necesidad de realizar prácticas profesionales, mi ruta “casi” diaria por trámites y solicitudes ha sido Tulipanes-Centro-CEVIDE-Centro-ICSHu-CEVIDE-Centro-Tulipanes (Sin exagerar). Y es esta una de las muchas situaciones que vivimos los universitarios en todo el semestre.

Tal vez si se informara mejor al personal administrativo de nuestra universidad y cada instituto tuviera la facultad de realizar trámites sin la dependencia, muchas veces complicada e innecesaria, de otras instancias, cualquier tipo de trámite dejaría de ser un tormento para los universitarios y con suerte dejaríamos de jalarnos los cabellos y exclamar: “Bendita Burocracia Universitaria”.

Francisco Hernández Arteaga

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