PARA LA
HORA DEL CAFÉ
MÉXICO:
ADIOS COMPLEJOS
Joel
Sánchez Rodríguez
@JoelSanRadar
La
Selección Mexicana de Futbol Olímpico hizo historia, doble vez, durante esta
semana; primero logró vencer en semifinales al equipo representativo de Japón y
con ello aseguró su pase a la final y la posibilidad de ganar una medalla, ya
fuera la de primero a segundo lugar oro o plata, que cualquiera que le
correspondiera significaría un gran triunfo para el país.
Llegar a
la final en el estadio de Wembley, ya significaba un triunfo para México, al
ser esta la primera vez que los mexicanos disputaran el primer lugar en futbol
olímpico y en juegos de conjunto.
Los
mexicanos no se conformaron con llegar a la final y asegurar la medalla de
plata, muchos creímos que se vencería al rival y se ganaría la de oro, sin
importar quien fuera el rival; ni siquiera se les perdió la fe a los muchachos
cuando se supo que enfrentarían a la selección de Brasil, país que ha sido
campeón de todo lo que se puede ser tratándose de futbol.
Y si, los
pronósticos se hicieron buenos y este sábado ganaron la medalla de oro, se
coronaron campeones de futbol olímpico y, en el estadio se Londres sonaron las
notas del Himno Nacional Mexicano, honor que en el deporte solo le corresponde
a los mejores.
México fue
el mejor y lo hizo en un disciplina en la que para triunfar se requiere el
trabajo en equipo, en conjunto, algo que en la cultura mexicana hace años
parecía casi imposible, pues la mala costumbre era obstaculizar, atacar,
impedir el triunfo aun de los compañeros, aunque perdiera toda una selección,
como símbolo de mediocridad.
Nuestro
país necesita aprender a trabajar en equipo y los chavos de la selección
mexicana de futbol dan una muestra de cómo se hace; no, no se está diciendo que
sean héroes, ni que ellos transformen a la nación y a partir de hoy México sea
otro; pero sin restarles ningún mérito, es de señalarse que la mentalidad ya es
otra, ellos son muestra y producto de eso mismo.
Aida Román
y Mariana Avitia, seleccionadas nacionales ganaron e medallas en Tiro con Arco
y lo hicieron trabajando en equipo; María del Rosario Espinoza, ganó bronce en
Tae Kwon Do; Laura Sánchez ganó la de bronce en la final de clavados en
trampolín de 3 metros; Germán Sánchez e Iván Navarro obtuvieron la de plata en
la plataforma de 10 metros y lo mismo hicieron Alejandra Orozco y Paola
Espinosa, esta última convirtiéndose en la primera mexicana y la primera mujer
en ganar medallas en dos olimpiadas consecutivas.
Todos son
un orgullo para México, porque confirman que se han vencido complejos, que el
trabajo en equipo es productivo y que nuestro país no es un rival fácil para
nadie, ni siquiera para aquellas naciones que pudieran considerarse potencias
deportivas o campeones de todo en alguna disciplina.
Ciertamente
falta mucho por hacer, 111 jóvenes integraron la selección mexicana en Londres
y la gran mayoría fue a fracasar, algunos incluso a hacer el ridículo, como el
tonto marchista que perdió y pretextó que porque su short era muy pesado.
Es juna
satisfacción enorme el triunfo de México en esas disciplinas, en el deporte de
conjunto, vencer al supuesto mejor en futbol; que las mujeres saquen la casta
por el país y demuestren lo mucho que valen y aportan al crecimiento de la
nación; pero sobretodo que todos esos jóvenes medallistas confirmen que la
mentalidad ha cambiado y quedan atrás muchas frustraciones y complejos.
Los
futuros deportistas tienen ya a muchos ejemplos a quien seguir y no podrán
decir que no se puede, claro que si.
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