lunes, 12 de noviembre de 2012

No Podemos Estar Enfermos


No Podemos Estar Enfermos
¿Por qué no decirlo?
La insuficiencia de los servicios médicos siempre ha sido un problema para nuestro país, dejando muchas veces sin uno de los derechos primordiales para cualquier ser humano: El derecho a la salud.
La semana pasada, tuve la desfortuna de enfermarme de una infección muy fuerte en la garganta. Como mi economía no estaba –y no está- para pagar un médico particular, me vi en la necesidad, por primera vez después de muchos años, de recurrir al Seguro Social que como estudiante me corresponde.
Esperando que me atendieran lo más pronto posible, llamé para solicitar mi consulta con el médico general. La atención fue amable, sin embargo, la telefonista me dijo que la consulta disponible más cercana era dentro de veinte días. ¡Veinte días! – Exclamé - Le dije que no era posible porque yo me sentía muy mal, y necesitaba que me atendieran cuanto antes. Ella me dijo que lo mejor que podía hacer es ir temprano al siguiente día y esperar a que algún paciente no vaya para que yo tomara su lugar. Eso significaba una cuestión de suerte, porque podía ir a las ocho de la mañana y ser atendido inmediatamente o hasta las cuatro de la tarde, a reservas, obviamente, de que alguno de los pacientes no fuera.
Le expliqué que su sugerencia era para mí casi imposible ya que, aparte del malestar, no podía disponer de todo el día por mis clases en la escuela y las prácticas profesionales. Ser atendido en urgencias era mi última opción, pero me explicó que para entrar a urgencias tenía que estar prácticamente moribundo, desmayado, con sangre o alguna fractura.
Molesto reservé mi cita médica para la fecha que me sugerida, sin embargo, es obvio que jamás iré a dicha cita pues al día siguiente de reservar, la infección empeoró, y tuve que ir a un médico particular, el cual por fortuna, pudo aliviar mi malestar.
La anécdota anterior, refleja un problema muy grande en el sistema médico mexicano. Y es que el inconveniente más destacado, es precisamente la falta de personal para atender el número de pacientes que lo necesitan. Agregado al problema de salud, para muchos estudiantes es frustrante y demasiado complicada la exigencia por parte de nuestra universidad de sólo justificar inasistencias con recetas médicas de clínicas gubernamentales, ya que la eficiencia de dichos centros médicos no es la mejor, y nos hace más complicada la situación y el trámite.
¿Qué garantía de salud o bienestar tenemos, si cuando se nos presenta alguna necesidad médica no puede ser atendida sino veinte días después? ¿Tenemos que estar prácticamente muriéndonos para que nos atiendan? Entiendo la desconfianza que se les da a los alumnos para justificar inasistencias a través de citas médicas, pero, ¿Por qué no darnos esa facilidad con recetas médicas de consultorios particulares si en las instituciones gubernamentales no podemos ser atendidos?
Si nos ponemos a pensar, todo esto es en el supuesto de que tuviéramos el dinero suficiente para pagar un médico particular, pero ¿qué pasa con las personas que en verdad no tienen ni un quinto para poder pagarlo y tienen que esperarse los veinte días o estar toda la mañana y tarde esperando a ser atendidas?
Mucha gente argumenta que la raíz del problema es la corrupción en el país. El gobierno no dispone para el sector médico – al igual que en todos los sectores- lo que debería. El sistema burocrático y jerárquico que rige a México tampoco ayuda en nada. Pues del presupuesto destinado para determinada área, termina llegando sólo una pequeña parte, porque los recursos ya pasaron por muchas manos donde cada una, – por costumbre, cultura o tradición – ya ha tomado su parte del pastel.
Si bien sabemos que la corrupción del país no va a desaparecer de la noche a la mañana, considero que se debe de tomar en cuenta situaciones como está para que puedan hacernos la vida un poco menos complicada. En el caso de los estudiantes, muchas veces no es nada práctico hacer uso del servicio médico gubernamental por la ineficiencia y el tiempo que se tarda. Por cuestiones administrativas y escolares sería más sencillo que se nos diera la facilidad para justificar inasistencias con cualquier tipo de receta médica y evitar situaciones como la que un servidor tuvo que pasar.
 Paco Arteaga

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