La música para nuestro organismo
Por Daniela Reynoso
@nany_ela
@nany_ela
Como primer tema he elegido el efecto de la música
para nuestra salud pues se han hecho experimentos que demuestran cómo una
melodía un tanto calmada ayuda a la circulación sanguínea mientras que las
canciones más alocadas suben la presión.
Se sabe que la música en general es un gusto común
entre los habitantes de este planeta; no importando las tendencias de cada
quién, la música unifica con su sonido, sus ritmos, letras y voces, pero existe
un motivo por el cual se prefiere determinado género de melodías, y éste motivo
no siempre es consciente.
Los
principios que rigen la música: el ritmo, la melodía, la armonía, la altura y
el timbre, producen
efectos diferentes en nuestro organismo. El ritmo es el pulso
de la vida, e influye en todos los estados físicos. Los ritmos regulares y
enfocados restauran los ritmos naturales del organismo. Una melodía que le
resulte agradable apaciguará y modificará las tensiones emocionales y mentales,
por lo que será de mucha ayuda tararearla para limpiar el estrés luego del
trabajo.
Muchos pueden no notarlo, sin embargo existen estudios
científicos que demuestran el efecto de escuchar cualquier tipo de música con
ciertos tonos. De acuerdo con una
reciente revisión publicada en la revista Nature
Reviews Neuroscience por Nina Kraus, de la Universidad Northwester
(EE UU), durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se
establecen conexiones neuronales que mejoran también
otros aspectos de la comunicación humana. No sólo mejora la expresión verbal, sino que puede ser un apoyo
en lo referente al deporte ya que científicos de la Universidad de Brunel
demostraron en 2008 que al escuchar los géneros rock y pop, se puede aumentar
la resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%.
¿Cree
usted que ayude en la circulación sanguínea?
Michael Miller y sus colegas, de la Universidad de Maryland, comprobaron que el diámetro de los vasos sanguíneos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.
Michael Miller y sus colegas, de la Universidad de Maryland, comprobaron que el diámetro de los vasos sanguíneos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.
Así
que disfrutar de este arte no es sólo degustación del alma, sino del cuerpo
también.
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