Día
de Muertos
¿Por qué no decirlo?
¿Por qué no decirlo?
México
es un país con una cultura muy rica y ancestral. El Día de Muertos es
precisamente una de las tradiciones más representativas de nuestro país, ya que
reúne religión, comida, convivencia familiar, valores, y un largo etcétera,
todo esto bajo el marco de la misma celebración que se realiza cada dos de
noviembre.
Declarado
por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el día de
muertos es una celebración mexicana que tiene sus orígenes en la época
prehispánica - antes de la llegada de los españoles- con culturas como la maya,
mexica y tolteca. Aunque actualmente es celebrado también en algunas partes de
Estados Unidos, Centroamérica y Brasil, México es el país que vio nacer a dicha
celebración.
A
pesar de que en todo el país la celebración varía dependiendo de la región, el
día de muertos básicamente consiste en poner un altar con la comida y las bebidas
que les gustaban a los difuntos. Éste es adornado con flores de cempazúchtl, mano
de león y veladoras, para que los que ya no están con nosotros, el día dos de
noviembre, vengan a visitarnos y puedan deleitarse con lo que solían comer
cuando estaban vivos. Finalmente las veladoras representan la luz que necesitan
para el camino de regreso al más allá.
Esta
celebración no sólo representa una tradición valiosa para México, sino que para
muchos artesanos, agricultores y floristas, significa una gran oportunidad para
vender sus productos y cultivos, lo que es positivo, ya que le da otro punto
positivo a esta festividad.
A
pesar de todo lo anterior, el día de muertos es una tradición que muchas veces
no es valorada y no se le da la importancia que amerita. La comunidad joven es
la protagonista en esta situación. Cada vez hay menos interés por preservar
dicha tradición, pues se le considera anticuada y sin sentido.
Los
medios masivos de comunicación juegan un papel muy importante en este problema,
ya que provocan y refuerzan la idea de que las costumbres de otros países son
más “cool” que las propias. Por ejemplo, hoy en día para los jóvenes es más
divertido realizar una fiesta de disfraces, festejar un Halloween o ir a pedir
calaverita que llevar flores a los difuntos o poner un altar.
Es
interesante que en un gran número de casos nuestras tradiciones son más
apreciadas y valoradas en otros países o por personas extrajeras que por
nosotros mismos. Una cantidad considerable de amigos estadounidenses y europeos
han considerado que es una tradición hermosa e interesante después de haberles
explicado de lo que se trataba. “Ese tipo cosas no las tenemos en nuestro
país”, comentó una vez una de mis amigas.
Es
importante darle difusión y participar en nuestras tradiciones para que estas
no se pierdan con el paso del tiempo. Valoremos lo que es nuestro y seamos lo
suficientemente inteligentes para saber que lo que vemos en la televisión
no siempre es lo mejor, que no todo lo
que brilla es oro y que lo que verdaderamente nos pertenece es lo que nos
distingue como cultura única y mágica.
Paco Arteaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario